¡Tú, el libertario!
¡Tú, el libertario!
Te escribo a ti, hermano
venezolano, que estás en la calle luchando por derrocar la tiranía que se
implantó en nuestro país. Tú, que dijiste “no más” y sin miedo enfrentas un
enemigo que te supera en armamento pero que no tiene ni una pizca de tu
dignidad y del amor que tienes por tu tierra. A ti que quizá nunca fuiste
político, pero que ahora, en la hora de defender la patria, estás en la calle,
con las botas puestas, mientras los políticos de siempre siguen negociando por
debajo del mantel según sus intereses. Te escribo a ti porque necesito que sepas
algo importante, algo que quizá no habías tomado en cuenta.
¿Sabes cuál fue la generación del 28?
¿Alguna vez has visto la
fotografía de los chamos de la generación del 28? Esa donde salen un grupo unos
jóvenes vestidos de traje y con unas boinas negras. Ellos fueron la generación
de estudiantes venezolanos que se enfrentó a la dictadura de Juan Vicente Gómez
y que fueron víctimas de su brutal represión. Si no la has visto no te
preocupes, igual la postearé en este artículo.
Esos chamos son iguales a ti, hermano venezolano que estás dejando tu vida en las calles de tu ciudad, luchando por la libertad de Venezuela. A ti que cambiaste la universidad, el violín, la bata de médico, las herramientas de trabajo, el guante de baseball y el balón de fútbol, por un escudo de madera, una máscara anti gases, un casco y una bandera. Ellos luchaban contra Gómez y tú luchas contra Nicolás Maduro, otro tirano más.
¡Tú eres heredero de esa lucha!
Tu lucha, nuestra lucha, es igual
a la de ellos. Ellos lucharon con igual valentía, con igual entrega, con igual
sacrificio. Toda mi vida crecí admirándolos y te aseguro que tú también. Pio
Tamayo, Andrés Eloy Blanco, Rómulo Betancourt, Miguel Otero Silva, fueron
guerreros de la libertad iguales a Daniel Alejandro Queliz, asesinado por un
Policarabobo en Valencia, a Juan Pablo Pernalete, asesinado en Altamira por un
GNB, a Paola Andreina Ramírez, asesinada por colectivos en San Cristóbal, a
Neomar Lander asesinado por un PNB con una bomba lacrimógena en el pecho en la
avenida Libertador, o a David José Vallenilla, muerto a tiros por un Policía
Aéreo en la Carlota.
Te escribo para decirte que eres heredero de esa valentía, que la lucha de esos chamos transformó
al país y que tu lucha, así no tenga resultados inmediatos, de una forma u otra
terminará por marcar la historia de nuestra nación. Y te escribo para darte las
gracias, porque estás allá y yo no puedo estar contigo en la primera línea del
frente de batalla. ¡Gracias!
¡Pero aunque lucharon, ellos son responsables!
Pero también te escribo para
decirte que esos chamos de la generación del 28, sin quererlo cometieron un
grave error que no quiero que tú cometas. Ellos tienen una gran responsabilidad
en la destrucción de Venezuela. Verás hermano, ellos no se dieron cuenta pero
su lucha ayudó a construir algo que se llama “hegemonía cultural marxista”, que
fue lo que utilizó Chávez y sus corruptos para engañar y manipular al pueblo y
hacer con los votos de la gente lo que les dio la gana.
Aunque parezca sorprendente, esa
generación del 28 que tanto he admirado tiene gran responsabilidad en que el
Socialismo del Siglo XXI hubiese triunfado en Venezuela; porque durante toda su
vida se dieron a la tarea de promover al socialismo como una ideología política
positiva, como una manera viable de vivir en sociedad; siendo la realidad otra
muy distinta: el socialismo es la ideología de la miseria, la represión y la
muerte.
¿Sabías que ellos fueron marxistas?
De los 22 políticos emblemáticos
de la generación del 28 (Andrés Eloy Blanco, Rómulo Betancourt, Jóvito
Villalba, etc.), al menos 16 tuvieron
claros nexos con el marxismo. La mayoría de ellos fueron fundadores del partido
comunista venezolano. La mayoría de ellos fueron fundadores de los principales
partidos de izquierda, la mayoría de ellos escribió artículos, libros y
panfletos promoviendo el socialismo. La mayoría de ellos fueron grandes
comunicadores sociales que utilizaron la prensa, la radio, la televisión para
difundir las ideas del socialismo marxista. Esas ideas continuaron inspirando a
todas las generaciones de políticos venezolanos. De allí se inspiró Teodoro
Petkoff, Pompeyo Márquez, José Vicente Rangel y todos los que apoyaron y apoyan
a Chávez y a Maduro. De allí surgieron las ideas que la revolución bolivariana
intentó llevar a la práctica, de allí y de Cuba, claro está. Pero lo más grave
es que de allí surgió la matriz de opinión pública que hizo que más del 90% de
los venezolanos apoyase a Chávez cuando llegó al poder.
Tienes que saber que el
socialismo triunfó en nuestro país porque nuestros políticos y nuestros
ciudadanos lo permitimos; porque la mayoría de nosotros pensó que los subsidios,
la expropiación, los controles de precios, los controles cambiarios, las
cooperativas, los impuestos arbitrarios, el poder ilimitado del gobierno, el
control de los medios de producción, la censura a los medios de comunicación,
entre otras, eran buenas ideas; y todas esas son ideas socialistas y son
nefastas. Esas son las ideas que arruinaron al país no solo con Chávez, sino
con todos los presidentes que tuvimos en el siglo XX desde que esos chamos de
la generación del 28 derrocaron a Gómez. ¿Por qué? Porque todos ellos creían en
el socialismo y en el comunismo.
La Hegemonía Cultural Marxista
Eso que ellos ayudaron a
construir poco a poco, la “Hegemonía Cultural Marxista”, es un concepto
desarrollado por el intelectual comunista Antonio Gramsci, el cual proponía que
el éxito de la revolución se iba a alcanzar no a través de la violencia, como
propuso Lenin y Trotsky, entre otros; sino cuando se crearan las condiciones
para que el “proletariado” lograse una liberación política, intelectual y
cultural, capaz de desplazar la “hegemonía cultural burguesa”. En criollo:
cuando la mayoría de la personas comenzaran a pensar que el socialismo era
bueno y que la revolución es necesaria y que el estilo de vida burgués del
capitalismo debía ser sustituido por una forma de vida socialista. Y tuvieron
éxito.
¿Y ahora qué hacemos?
Así que, si te preguntas por qué
pasó lo que pasó en nuestro país, la respuesta es sencilla: la gente lo quería
y la gente ayudó a construirlo. Si te preguntas cómo se pudo haber evitado, la
respuesta es que era inevitable. Si te preguntas de quién es la culpa, la
respuesta es que la culpa es de todos. Pero si te preguntas como podemos
evitarlo y resolverlo, la respuesta es construyendo una nueva forma de
pensamiento entre la gente, una nueva hegemonía cultural distinta.
Entonces tú, joven venezolano que
estás luchando por la libertad, poniendo en riesgo tu vida, te digo que tu
lucha no será trascendental hasta que la acompañes de una verdadera
transformación de tus ideas. Debes pensar de forma contraria a cómo piensan
aquellos que destruyeron el país. Y debes comprender que para que tu lucha vaya
más allá de protestar en la calle y defenderte de los atropellos del régimen,
debes convertirte en un comunicador de nuevas ideas, de una nueva visión de
hacer las cosas; debes ser portavoz de una nueva filosofía.
Por eso te escribo a ti, que sin
saberlo eres libertario. ¡Si tú! ¡Libertario! Busca en google, investiga, lee,
entra en contacto con otros que se están formando. Ya son miles en Venezuela
quienes están sumados a la idea de la libertad. Y te aseguro que si 16 chamos
con ideas marxistas marcaron todo un siglo de historia, imagínate lo que miles
de chamos con ideas libertarias podríamos lograr si nos damos a la tarea de
difundirlas. Si ellos sin saberlo lograron construir la “hegemonía cultural
marxista”, ayúdanos tú a construir una “hegemonía cultural libertaria”.
¡Libertad o nada!
¡Vive Libre!
Pedro Miguel León
@Rumbo_Libertad
@YoSoyVisionario
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