Soluciones simples para problemas complejos
Venezuela: la vía modernorum Teorizar sobre las causas de por qué somos como somos, y por qué estamos como estamos, resulta inútil y vano. Las causas, en gran parte, son remotas, incomprensibles e inabordables; y por ende es un derroche de talento y de esfuerzos que no conduce a nada. Lo que sí debemos abordar son los efectos de nuestra historia nacional. Entre ellos surgen dos que se correlacionan, se complementan y se corresponden como las dos mitades del yin y yang. Por un costado, nuestra economía, púber e inmersa en un marasmo atroz; depende de un solo producto que ha servido, entre otras cosas, para comprar conciencias y corromper voluntades. Por el otro, un país patas arriba, donde el noventa por cien de la población vive hacinado donde debería vivir apenas un decimo. Ambas circunstancias crean un tejido social orlado por el desempleo, la delincuencia, la emigración como alternativa de vida, el abandono de la producción agrícola y pecuaria y por ende, la inseguridad agroalimen