Adriana Azzi y la predicción evidente

Acabo de leer las predicciones de la astrologa Adriana Azzi para Venezuela durante el año 2011. Antes de compartir mi percepción del asunto pido perdón de antemano a los creyentes, pues la forma en que me expreso al respecto es soez, irónica y en cierta forma insultante. Poseen toda libertad de no leerlo. Confieso que dieron conmigo por azar y que los leí por mera curiosidad y con una predisposición de burla. Llegaron a mí como llegan todas esas cadenas de literatura mediocre, mensajes de auto ayuda y cursilerías cristinas; mensajes con citas de Paulo Coelho con fondo de fotos de gatitos o mensajes con fotos de santos y citas de la biblia, y en los que al final te amenazan con cosas terribles si no los reenvías.

Yo, que me declaro profundamente ateo, al punto de no creer ni en mi propia sombra, considero todo tipo de predicción, adivinación o revelación celestial es banal, ridícula y hasta inocente. Realmente lamento que esa necesidad natural de creer que tiene el hombre, y que yo no critico por ser algo antropológico (algo así como las ganas de procrear), se vea satisfecha aceptando como cierta cuanta pendejada le pueden decir a uno. Particularmente recuerdo el caso de un colega en el trabajo que me dijo que estaba absolutamente convencido de que las pirámides de Egipto fueron construidas usando tecnología alienígena; porque simplemente era imposible movilizar bloques de piedra de 1000 ton cada uno. ¿Mil toneladas? Pregunté yo. Si, así mismo, como oyó, los bloques pesan mil toneladas. Respondió mi colega. A mi realmente me importa un comino si vino Alf, Chewaca, el Capitan Spock o cualquier otra criatura a ayudar a construirla; lo que me molesta es que un ingeniero le diga a otro ingeniero (yo) que los bloques pesan mil toneladas. Señores, para que un bloque pese 1000 toneladas, según la densidad promedio de la piedra, su volumen debe ser aproximadamente de 332 m³. ¿Qué quiere decir eso? Simple: que cada bloque de piedra debe tener dimensiones de 7 metros de largo x 7 metros de ancho x 7 metros de alto; algo así como el tamaño de uno de esos bloques de apartamentos que la “INAVI de la cuarta republica” construía para resolver el problema de la vivienda mediocremente. Por cierto, este gobierno ni se acerca a tal cosa, se queda en el auspicio de las invasiones como política de solución habitacional.

Si las pirámides fueron construidas por extraterrestres la prueba no está en que los humanos no hubiesen podido construirlas; porque, para su información, con tecnología rudimentaria existente en esa época y con miles de esclavos hebreos, hubiesen construido esas pirámides y muchas más. Lo hubiesen hecho puesto que en realidad los bloques pesaban 2,5 toneladas en promedio. Un carro pesa eso y cuando a uno se le accidenta, se baja y lo empuja solito. ¿Por qué? Porque tiene ruedas y las ruedas ya existían en Egipto en aquella época. Así que, el que un ingeniero venga y me diga semejante pendejada me hace imaginarme de inmediato las atrocidades que podrían creer las personas que desafortunadamente no poseen formación académica.

Pero qué se le va a hacer. Hay gente que deposita su fe en cualquier cosa. Por eso cuando leí las fulanas predicciones, la cuales son realmente muy alentadoras para quien no apoya este gobierno, imaginé de inmediato lo que podrán pensar los millones de venezolanos que creen en la astrología, las pitonisas, la brujería, el tarot, la adivinación, el vudú, la religión santera y cuantas cosas más se puedan creer en este país. Reconozco que me causa un conflicto moral, ético y filosófico que se genera en lo siguiente:

En primer lugar, la predicción en sí, no es más que una interpretación bien construida de una realidad inminente. Es decir, que no hay que ser un genio para darse cuenta que las cosas que Adriana Azzi predice están a punto de ocurrir. Allí se habla de protestas que surgirán en el seno de la clase baja, de los descamisados, de los sin techos, de los descalzos, a la que se sumarán estudiantes y amas de casas. Se habla de que no habrá división entre los líderes opositores, de la desilusión de los chavistas, de las estrategias que Chávez, asesorado por los cubanos, tomará para arreciar su proyecto antidemocrático. Se habla allí de una gran debacle económica y de los reclamos que la comunidad internacional la hará a Chávez por su política de apoyo al terrorismo y narcotráfico. Por último, se dice que el gobierno no tendrá ni para pagar las nominas de los empleados públicos. Les tengo una noticia, todo lo anterior y en especial esto último, ya está ocurriendo en Venezuela y la señora Adriana muy inteligentemente los supo recopilar en una predicción.

En segundo lugar, me parece supremamente triste que el venezolano necesite que le digan que es una designio de los dioses, o de los astros, o de quién sabe qué, lo que en realidad es una verdad evidente y aplastante, una situación irreversible, producto de una descomposición socioeconómica y política que ya no se puede seguirse ocultando; y que tarde o temprano hará que este gobierno no aguanta más y caiga por su propio peso. Eso es como el que predice que va a llover porque ve el cielo nublado y viene otro y lo creo adivino, chaman o iluminado. Y allí está mi conflicto: me parece lamentable que el venezolano crea que el devenir de nuestro país se puede ver en una bolita de cristal. Pero si para que el venezolano abra los ojos y se dé cuenta de que necesitamos un cambio, es necesario que Adriana Azzi diga que Jesús, María y José, junto a todos los ángeles del cielo vinieron en persona a revelarle el destino de Venezuela; pues entonces yo me veo en la obligación de felicitar a la señora Adriana por esa gran labor patriótica de abrirle los ojos a la gente (en verdad la felicitaría pero estoy siendo sarcástico con lo de la labor patriótica).

En tercer lugar y por último, he aquí lo que realmente me preocupa: suponga ud. que muchos venezolanos creen en las predicciones de esta señora (yo particularmente pienso que son muchos quienes le creen). Ahora imagínese si esa predicción hubiese sido completamente contraria; es decir, que la señora Azzi hubiese predicho que el gobierno de Chávez se fortalecería este año y que el destino de Venezuela es el de sucumbir a los estragos de esta revolución mediocre y corrupta, hasta que Chávez muera de muerte natural, anciano, omnipotente y dictador como pasó con Juan Vicente Gómez. ¿Qué cree usted que sucedería en ese caso?