El gobierno de los gatos



De entre los animales asombrosos,
el gato es uno realmente sobresaliente.
Con ciertos atributos misteriosos,
como eso de vencer siete veces a la muerte.
Pero, además de presagiar la mala suerte,
si es que el gato es negro y se atraviesa,
resulta que es toda una proeza,
que cuando cae, siempre cae bien parado.
Y esa cualidad en nada se compara,
a la que en realidad hace al gato un animal sofisticado,
y es que de entre todas la especies es la más rara
pues posee la habilidad de tapar lo que ha cagado.

Por eso en el país con el gobierno de los gatos,
resulta tan simple equivocarse,
porque el gobierno ha desarrollado un aparato,
que le permite a los cagajones camuflarse.

Si un gato, bien sea presidente, ministro o simple funcionario,
realiza una excrecencia de tamaño estrafalario;
no importa; con su más exitosa técnica felina,
rastros de todo tipo de cagadas elimina.
A veces tapándola con tierra o con paja,
o echándole la culpa al perro del vecino,
pero como sea salen victoriosos los mininos,
quienes saben bien como planchar lo que se aja.

Semejante talento tiene al pueblo muy contento,
porque no sabe de matemáticas ni proporciones.
Si una empresa tiene 120 toneladas en depósito,
aquello es acaparamiento de increíbles dimensiones.
Pero si a ellos se les pudren 110 es a propósito,
pues estaban preocupados por la salud de los zamuros,
que sufren de desnutrición y solitaria,
y ahora todos tienen sus alimentos bien seguros.
porque el gobierno siempre cumple con la parte alimentaria.

Si el gobierno mete la pata con lo de la energía,
y el pueblo protesta – por ejemplo en el Vigía –,
es muy sencillo: la culpa es de la vaca.
Pero si el problema es la crisis habitacional,
el gobierno en sus diarios destaca,
que los medios exageran la notica,
y la revolución de los mininos simplemente contraataca,
cerrando los canales que critican con malicia.

Aquella técnica es realmente fenomenal,
y funciona a la perfección para el gobierno;
pues sus ministros con un alta técnica teatral,
yienen la capacidad de poner ojos de gatos tiernos,
y salir a echarle la culpa a las empresas de los perros.
que además de perros, son lacayos del imperio.

Diez años de la revolución de los gatunos,
ha demostrado su altísima eficiencia,
de tapar cagadas del tamaño de Neptuno,
y que el pueblo las borre de su conciencia.

Pero de lo que si presume este gobierno con boato
– y que es algo realmente raro en otras naciones –,
es que mientras el gobierno está integrado por los gatos,
el pueblo, casi todo, está compuesto de ratones.

Comentarios

  1. jajajaja aqui nos escribe un jaimito cualquiera o Pedro Miguel León?

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