El País de las Solteronas

Para las solteronas, (definición deplorable de la mujer soltera), a quienes la soltería les ocasionas problemas emocionale: 

Hago una advertencia: lo que están por leer está escrito de forma soez, agresiva, sin consideración, ni censura alguna. No está escrito para que lo lean niños, inclusive pienso que los adolescentes tampoco.

Quienes me conocen saben que odio los libros de autoayuda. Me parece literatura bobalicona para gente que necesita que le digan como sentir, como pensar y como actuar. Ojo, lo malo no es que la gente necesite consejos, lo malo es que quienes escriben esos libros no tiene ni puta idea de cómo es la realidad de países tan complejos como el nuestro, con sociedades salvajes y decadentes.

Sin embargo las líneas que leerán a continuación podrían considerarse como tal. Explicaré por qué:

Sucede que desde que comencé a hacer el intento de escribir, he mantenido el postulado de que el artista, filosofo, poeta o escritor, se debe a su entorno. Su obra debe servir para un propósito mayor que el simple deleite o el entretenimiento. De nada sirve el arte si no lleva algún aporte social, político, filosófico, entre otros, que sirva para edificar las conciencias de quienes lo perciben. Es decir, la Mona Lisa, me parece muy mona, muy linda, pero me la paso por el forro; no sirve para nada. En cambio los murales de Diego Rivera, los poemas subversivos de Neruda, el retrato social de las novelas de García Márquez, la denuncia hecha canción de Silvio Rodríguez, si que son útiles, maravillosos e insuperables ¡Eso sí le sirve de algo al mundo!

Y aquí va mi explicación: luego de superar el umbral del cuarto de siglo, he percibido que la mayoría de mis amigas, conocidas y mujeres en general que me son contemporáneas, están experimentando un verdadero drama social. Tal como si fuese una epidemia, la mayoría están aterradas por la idea de quedarse solteronas. Por eso andan desesperadas buscando novio, prendiendo velas, poniéndose tetas, haciéndose cirugías e intentando cualquier recurso desesperado por “hacerse atractivas”. Lamentablemente la mayoría logra su objetivo: encuentran al primer idiota que se les cruza y le entregan todo, esperando que a cambio esa persona estará a su lado para construir un futuro, una vida. Por precipitarse, esos idiotas las usan, las maltratan, las engañan, las exprimen, les hacen un par de carajitos y luego las botan, y no le pasan ni para los pañales. Es de tal magnitud este drama social que muchas, decepcionadas y desesperanzadas, han renunciado a la idea del matrimonio y se embarcan en la titánica empresa de ser madres solteras; ya sea mediante la inseminación artificial o buscando alguien de confianza que les haga el encargo.

A mi me repugna ver a esas mujeres entregar su vida y su amor a patanes que no merecen ni el amor de una muñeca inflable. No porque yo quiera que se consigan novios perfectos y que sean felices y coman perdices y viva el amor ¡No! A mi, realmente, sus destinos particulares me importa un bledo. Por mí que se queden solteronas y amargadas. Los que me conocen saben que yo no soy sensible, que soy egoísta y desalmado, que el día de los enamorados me da asco porque es una mera excusa capitalista para vender, que no importa un comino los demás, a excepción de la gente que quiero; y la gente que quiero es muy poca. Yo escribo esto no porque quiera ser el guru del amor o el doctor corazón. Todos saben que soy un ogro o un grinch. Lo escribo porque aunque parezca raro, yo amo a este país y aun creo que se puede lograr algo con él. Por eso quiero que entiendan, y que quede muy claro (por eso este lenguaje) que la cagada de país que tenemos, es el fruto de la gran cagada de sociedad en la que vivimos; quien a su vez, es producto de la cagada de familias que construimos; quienes a su vez son el resultado de la cagada descomunal de parejas que hoy día se juntan. Es decir, y aunque le duela a quienes lean, mujeres idiotas, ignorantes, inmaduras y sin autoestima, crean hombres machistas, intolerantes, déspotas, corruptos, viles, mediocres; en fin, la escoria humana que gobierna, dirige y administra nuestros países. Sin ir muy lejos, la misma escoria que uno se topa en cualquier calle de este país.

Yo odio ver hombres que golpean a sus mujeres, odio ver padres que abandonan a sus hijos, odio ver esposos que engañan a sus esposas y padres de familia que se gastan los ingresos en putas, licor, juego y cuantos vicios existan. Ellos son basura. A esa basura la pondría en una licuadora y el producto se lo daría a los cerdos como alimento (rogando porque los cerdos no se intoxiquen al comer). ¿Por qué los odio? Porque ellos causan el subdesarrollo, la ignorancia, la pobreza, la explotación y el resto de nuestros dramas sociales; en resumen, la injusticia de la vida.

Ahora bien, la culpa es de las mujeres (bueno, al menos en la mayoría de los casos) −¿Cómo? ¿Qué le pasa a éste? ¿Por qué nosotras las culpables? −, podrán estar pensado las mujeres que leen esto. Pues sí, son ustedes las culpables y no viceversa. ¿Por qué? Porque recuerden señoritas que antropológicamente el hombre es la herramienta para construir y edificar el mundo (el martillo, la brocha, el cincel, la pala) mientras que la mujer es, nada más y nada menos, que el motor que mueve esa herramienta. Eso no lo estoy inventando yo; es histórico y antropológico, y si no me cree, lea un poquito y se dará cuenta.

La sabiduría popular no se equivoca y aquello de que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer” es totalmente cierto; nosotros no somos nada sin ustedes. Pero ello también implica que “detrás de cada imbécil hay una gran imbécil mujer que lo crió, lo educó o se arrejuntó con él y le permitió convertirse en el patán que finalmente es”. Madres, hermanas, amigas, novias y esposas pendejas originan una sociedad de inútiles que renuevan, fortalecen y estimulan el subdesarrollo de este país.

¿Y cómo podrían ustedes ayudar a cambiar este país? muy simple: recuerden señoritas aquel otro dicho que dice “dos tetas tiran más que dos carretas”. Ustedes tienen el poder en sus manos para rescatar a este país exigiéndoles a los hombres que, por fin, sean hombres de verdad. Ustedes tienen algo que todos los hombres (menos los gay) quieren. Por ese algo uno es capaz de hacer cualquier cosa. Un ejemplo: quien escribe estas líneas, comenzó a escribir poesía cuando, a los 17 años, conoció a una hermosa mujer a quien no encontraba forma alguna de manifestarle su amor. Como la cosa medio resultó, todo lo demás fue una reacción en cadena. Yo me di cuenta que a algunas mujeres les gusta los hombres cultos e inteligentes, y entonces me preocupé formarme, por llenar mi mente de ideas, mi vida de experiencias que contar, en fin, empecé a buscar la forma de hacerme según lo que esas mujeres maravillosas que me topé en la vida necesitaban a su lado, y en ese proceso terminé por encontrarme a mi mismo y saber qué quería en la vida. Me di cuenta que la única oportunidad que tendría de conquistar a esas mujeres extraordinarias era convirtiéndome en “un hombre integral”; y a medida que me esforcé por ser mejor como persona, fui dejando a un lado la idea de hacerlo por las mujeres y terminé haciéndolo por mi mismo, porque no queda de otra sino aprovechar el soplo de vida que tenemos en este mundo, y que solo se puede aprovechar siendo “integral”.

Bueno, voy a lo que les interesa: La búsqueda no está hacia fuera sino hacia adentro; sé una mujer integral.

¿Qué es ser una mujer integral? Primero entienda lo siguiente: en la vida de un hombre hay tan solo dos tipos de mujer: con las que se tira y de las que uno se enamora, se casa y se tiene una familia. Las mujeres del primer tipo pueden ser cinco, veinte o cien en la vida del hombre; mientras que las del segundo tipo es solo una. Claro está, sucede que a veces, la vida obliga al hombre a casarse con alguna de las mujeres tipo 1; bien sea porque se le rompe un condón, porque el hombre se “encuca” (espero que los lectores sepan a qué me refiero) o por cualquier idiotez. En esos casos, tarde o temprano el hombre se va, y si no se va, entonces golpea, humilla, insulta, explota o monta cachos hasta la muerte. Crea esas familias artificiales que tarde o temprano colapsan y que sumadas en los miles de casos repetidos en nuestro país, crean la sociedad mediocre en la que me da asco vivir.

A mi me gusta utilizar las metáforas para que la gente fije una idea. Ese es el secreto de la poesía de Neruda. Aquí van algunas metáforas para explicar lo anterior:

La mujer tipo 1, metafóricamente, podría ser cualquier cosa: una guitarra, una lámpara, una silla, un tonel. ¿Qué es lo que el hombre necesita para que la mujer califique para el tipo 1? Nada, simplemente que sea mujer. Ni siquiera es necesario que esté ni medianamente buena. Recuerden que la mayoría de hombres en Venezuela (y en el mundo) tiran por tirar; por eso los prostíbulos son para hombres. Hasta las más feas de las feas encuentran quien se las quiera comer. ¿Por qué? Porque si. Fíjense señoritas en el siguiente dato cultural: si los hombres en el llano acostumbran a perder la virginidad tirando con una burra (cosa que me parece el colmo de lo repugnante) ¿qué criterio de selección pueden tener con respecto a las mujeres? Lamentablemente la mayoría de mujeres fácilmente puede ser del tipo 1.

Ahora bien, la mujer del tipo 2, metafóricamente, única y exclusivamente podría ser una mesa. ¿Por qué una mesa? Porque necesita tener cuatro patas; debe ser una mujer integral.

Pata número uno “ser emocionalmente estable”: ser emocionalmente estable significa ser maduro, tener madurez, y a su vez eso significa tener personalidad definida (no definida por la televisión o las revistas), tener el autoestima alto, sentirse segura, independiente y autorrealizada. El hombre que se topa con una mujer insegura, deprimida y sin autoestima, que es volátil e indecisa, por lo general, se la monta y la jode; así de simple. Este tipo de mujeres alimenta el egoísmo, el machismo y la insensibilidad que todos, todos, todos, los hombres llevamos arraigados en lo más profundo de nuestro ser. Por el contrario, el hombre que se encuentra con una mujer autorrealizada se queda botando la baba, como un cachorrito, como un bolsa. LO MÁS IMPORTANTE: una mujer autorrealizada con su vida sabe que no necesita de nadie salvo de ella misma. Quien se acerque a ella es para compartir las cosas buenas de la vida, no para joder. En el momento en que un patán rompa el equilibrio de su vida, lo despacha. Es más, las mujeres autorrealizadas, seguras y con autoestima a veces se les va la mano y terminan jodiéndose en hombres idiotas que solo utilizan para tirar y explotar emocionalmente (¡Si!, las mujeres también hacen esas cosas, no me digan que no). Esas Cruella de Vil, esas doña Bárbara, son divinas pero peligrosísimas; la idea no es llegar a ese extremo.

Pata número 2 “ser culta o tener inquietud intelectual”: un hombre de verdad no le gusta una mujer bruta e ignorante. Si un hombre busca una mujer tonta es simplemente porque no tiene la capacidad de conquistar una mujer inteligente y culta; y a la tonta la podrá manipular, usar y exprimir, mientras que a la culta no. Con ser culta no me refiero a que debe tener un doctorado en neurocirugía, mecánica cuántica, derecho internacional y macro economía global; no. Pero una mujer debe saber de arte, de literatura, de música, de política, de economía, de historia y pare de contar. ¿Por qué? Porque sí. Porque ser culta te da criterio y argumentos, y tener criterio y argumentos hace que no te puedan manipular, engatusar e impresionar con pendejadas. Además, les juro que una mujer inteligente, preparada e interesante sorprende y hechiza. ¿Qué hacer? Pues lea. “Ay es que leer me aburre”, pues mala leche. Lea y punto. Lea al menos lea revistas y periódicos y vaya haciéndolo un hábito. Al menos si comienza por leer un libro de Coelho y lo convierte en un hábito, con suerte algún día leerá un libro de verdad. LO MÁS IMPORTANTE: tener ideas en tu cerebro te hace valiosa. La mayoría de los hombres pensamos que la mayoría de mujeres piensan en bebes, en pinturas de uñas, en la prensa rosa, en tacones Dolce & Gabana, entre otras. Cuando desarmas la estrategia típica de un hombre (que aún siendo diferente puede ser típica en el hombre; mi caso: la poesía) con argumentos inteligentes y le demuestras que, cualquiera que sea el campo, tú también tienes qué decir; ¡¡¡joder!!!!, vaya que eso causa efecto en nuestros cerebros programados. Allí comienzas a pasar del tipo de mujer 1 al 2. Ejemplo: en mi caso me encantaría una mujer que de vez en cuando lea poesía y que no solo espere a que le escriban poemas.

Pata número 3 “ser económicamente estable”: aunque parezca que la mayoría de los venezolanos no les importa pagarlo todo, en realidad nadie se quiere casar con una chula. En Venezuela el hombre paga la cena, la rumba, da regalos, compra cosas y se baja de la mula, única y exclusivamente porque te quiere coger. Luego de que te coja hasta que se canse, se acaban los regalos, los detalles y las invitaciones. Una mujer chula es casi sinónimo de una mujer fácil, puta, ligera, sin formación, inestable emocionalmente y no buscamos esas ligeras para construir nuestra familia. Todas las mujeres mantenidas, sin excepción, terminan mal; es casi una ley natural. Ahora bien, tener un trabajo estable, es decir, tener plata, te da independencia y libertad (que tú tengas tu propia plata). Cuando el hombre se ponga idiota lo mandas pal coño porque tu ropa es tuya, tu carro es tuyo, tu apartamento es tuyo y en realidad, para lo único que lo necesitas es para hacerte buena compañía, para que te quiera, para que te valore y te respete, y para que, -recuerde bien esto- CADA DIA TENGA QUE DAR LAS GRACIAS A DIOS POR TENERTE AL LADO. LO MÁS IMOPORTANTE: una mujer con ingreso e independencia económica puede proponer, invitar, dar un detalle de vez en cuando y demostrar que no solo está dispuesta a RECIBIR, sino que también está dispuesta a DAR. EJEMPLO: yo particularmente estoy mamado de las mujeres que no hacen nada más que esperar que las invites a salir, que les des regalos, que tengas detalles, que les des piropos y halagos. Me encantaría una mujer que me sorprenda invitándome a un concierto, regalándome un libro que ella me recomiende, obsequiándome un cd de música alternativa así sea quemado, invitándome a una cena romántica, y por qué no, hasta obsequiándome de vez en cuando unas flores. Una mujer que solo espera recibir no ayuda a su pareja a crecer como persona y por tanto ambos se estancan. Las relaciones estancadas se acaban y de la peor forma: terminan odiándose y culpando al otro por haberle hecho perder su juventud en vano.

Pata numero 4 “preocuparse por como te perciben las personas”: no quiere decir que tienes que estar buena, pero si que debes ser físicamente agradable. Un hombre inteligente sabe que detrás de una mujer que cuida su cuerpo hay más que unas tetas duras y un culo parado; hay disciplina, hay autocontrol, hay esfuerzo y constancia. La obesidad por lo general es producto de hábitos de vida poco sanos y que tienden a la irresponsabilidad y la flojera. Nadie se quiere casar con una floja y una irresponsable. Pero esto no solo tiene que ver con que seas delgada, pulcra y de buena presencia; tiene que ver en como administras tu cuerpo y tu imagen. Administrar la imagen es no vestirte como una cualquiera. Si tienes un bonito cuerpo está bien que lo insinúes pero cuida el escote exagerado y la falda demasiado corta. A mi me gusta ver lo que me voy a comer únicamente cuando me lo voy a comer y ya. La mujer tipo 2 sabe que su cuerpo es parte de la intimidad de la pareja y que hay que administrarlo con sabiduría. El otro dicho que uno escuchas por ahí: “en la calle una dama y en la cama una diabla” eso es tal cual. LO MÁS IMPORTANTE: estamos hablando de amar, no de tirar. Haz que te amen, no que te deseen como un pedazo de carne. Hagan que nos imaginemos como será, no que tengamos la certeza preconcebida de lo que degustaremos. Lo más importante: tu cuerpo es el instrumento físico con que debes expresar tu amor y el amor hay que respetarlo porque el amor es entre dos; no entre tres, cinco, treinta o cien. Si cualquiera ve lo que solo yo debería ver, si aquello que tiene magía, misterio y es especial, tú lo conviertes en vulgar, ordinario (no ordinario de desagradable sino de común) y simple, matas la magía y te jodiste. Ser guapa es muy diferente a ser vulgar. EJEMPLO: a mi me encantaría ver a Carmen Electra, y poder tirar con ella sería una experiencia increíble de seguro, pero ni por la madre me caso o tengo una familia con una Coyete Ugly. Por el contrario, una mujer con la prestancia de la princesa Leticia o de la princesa Kate Middleton, es suficiente para atraer los ojos de los hombres sin mostrar su carne. ¡Coño!, lastima que son princesas.

Bueno, ya está. Eso es todo. ¿Cómo se logra eso? En ciencia cierta nadie sabe, pero yo particularmente te recomiendo:

1. Lee mucho y sobre cualquier cosa. Un mínimo de 15 días al mes por al menos media hora.
2. Haz ejercicio tres veces por semana.
3. Intenta aprender al menos un idioma (te sugiero que aprendas a hablar y escribir bien tu idioma primero).
4. Aprende a bailar tango, flamenco, salsa casino, danza árabe.
5. Mensualmente compra un libro y un cd (si estás pelando bolas descarga un libro en pdf y música por Internet). Ojo: no lo que todo mundo lee y escucha, algo especial y diferente. ¡Investigue por favor!
6. Suba a la montaña o vaya a caminar por la playa, preferiblemente sola.
7. Cena al menos una vez por semana con algún amigo, amiga, o grupo de gente interesante. Colegas, amigos, primos, lo que sea, pero no repita. Siempre alguien diferente. (por favor también entienda que salir a cenar con alguien no es ir a tirar con alguien).
8. Salga a rumbear un mínimo de una vez al mes y un máximo de dos veces al mes.
9. Hazte masajes antiestrés una vez al mes.
10. Ve a la peluquería de una a dos veces al mes. No más de dos por favor!
11. Aprenda a cocinar comida francesa, italiana o española.
12. Haz yoga o pilates.
13. Tenga sexo seguro y casual con alguien sano, que sea de confianza y a quien ames y te manifieste amor.
14. Vaya al cine una vez por semana y cambie siempre de género. No solo vea las comedias o las de ciencia ficción. Sobre todo recuerde que hay algo que se llama “cine independiente” que te deja más en la cabeza que toda la basura de Hollywood.
15. Ve a tu iglesia si eres creyente, inscríbete en un partido político si te gusta la política, asiste a un grupo de caridad y de ayuda al prójimo.
16. Siembra un árbol cada seis meses.
17. Llama a tu familia con frecuencia (en realidad yo no lo hago, pero ahora que lo pienso, de seguro que es útil).
18. Inscríbete en un postgrado.
19. DEJA DE ESTAR COMPRANDO ROPA TODO EL TIEMPO… AHORRA!!!
20. Por favor ve a un museo de lo que sea, y si donde vives no hay, pues por lo menos visita el portal virtual del Louvre en Internet.

He aquí mi pequeño aporte al género femenino. Repito, mi interés no es si la gente es feliz o no, solamente te pido que no seas cómplice en la gestación de un tirano, un déspota, un abusador, un irresponsable. Ya este país tiene demasiados y combatir los que ya existen nos tomará años.

Por último, ni siquiera siendo una “Mujer Integral” tienes asegurado el éxito amoroso. Lo más probable es que te quedes sola porque en esta sociedad la mayoría de hombres mediocres le huyen a las mujeres de verdad. Pero no importa, si logras ser una “Mujer Integral” poco te importará si estás sola o no; la auto-realización es la verdadera felicidad.